
Dos métodos sencillos para congelar cilantro.
Resúmen.
El cilantro es una hierba que crece con abundancia, hasta dos veces al año. Su sabor único resiste bien las temperaturas altas, a diferencia del secado que le quita a la hierba su sabor característico
Dependiendo del momento en que vayas a utilizar el cilantro, existen dos métodos para congelarlo adecuadamente.
Cómo preparar el cilantro para congelar.
Prepara el cilantro para la congelación: No importa el método elegido, es importante empezar con un cilantro perfectamente limpio. Dale un golpe con agua fría para eliminar cualquier tipo de suciedad, arena o polvo que se pegue a sus hojas. Luego, como el exceso de agua creará cristales de hielo dañinos, asegúrate de secarlo bien. Una forma de hacerlo es girarlo en una centrifugadora de ensalada y luego ponerlo en capas de papel toalla. Envuelve las toallas de papel comenzando por un extremo, encerrando el cilantro, para absorber cualquier exceso de humedad.
Método 1:
Congela las hojas de cilantro en una bolsa Este método es la opción más fácil ya que simplemente se colocan las hojas en una bolsa y se congelan. Una vez descongelado el cilantro, las hojas no se verán muy bien, por lo que es preferible utilizar la planta como un ingrediente mezclado en las recetas en lugar de como aderezo con este método. Coloca una bolsa de congelador dentro de otra para crear una «bolsa doble». Quita las hojas de los tallos y añade las hojas de cilantro a la bolsa interior. Empuje hacia afuera tanto aire de las bolsas como sea posible y cierre herméticamente. Mete la bolsa en el congelador y simplemente saca las hojas como quieras usarlas. El cilantro congelado de esta manera funciona mejor en platos donde se cocina, como tacos de pavo o patatas en salsa de cilantro, o en recetas donde las hojas están realmente mezcladas, como el guacamole de chile y cilantro. Ten en cuenta que probablemente perderás gran parte del característico color verde de la hierba en el proceso de congelación. Si tienes un montón de tallos congelados sobrantes cuando todas las hojas han sido arrancadas, son perfectos para añadirlos a una olla de alubias negras borrachas.
Método 2: Congela el cilantro en cubos.
Este método de congelación crea pequeños cubos, ideales para añadirlos a sopas o guisos y así obtener el sabor fresco y único del cilantro. Para este método, antes de que el cilantro pueda ser puesto en la bandeja de cubitos de hielo, necesita ser hecho puré con un líquido. Remueve el cilantro en una licuadora o procesador de alimentos con suficiente agua o aceite de oliva para hacer un puré espeso. Viértelo en una bandeja de cubitos de hielo limpia o en pequeños contenedores cubiertos y colócalo en el congelador. Una vez congelados, transfiere los cubos de cilantro a una bolsa de plástico resellable para su almacenamiento a largo plazo, ya que durarán en el congelador hasta seis meses. Este método conserva el color verde de la hierba mejor que la simple congelación de las hojas, especialmente cuando se congelan en aceite. Añade un cubo o dos al pozole (guiso de maíz de cerdo) y a la sopa de tomatillo de chile verde. Los cubitos de cilantro también son sabrosos en el curry de brócoli de batata.
Nuestro truco extra final: Pesto de Cilantro Congelado.
El cilantro logra un pesto encantador que se congela bien en cubos y añade un sabor brillante a la pasta, ensaladas y más. El aceite también actúa como una barrera entre el congelador y las delicadas hojas de cilantro. Simplemente prepara el pesto como de costumbre, añadiendo más aceite si es necesario, y viértelo en una bandeja de cubitos de hielo. Congela completamente, saca los cuadrados y guárdalos en una bolsa de congelador con cierre o en un contenedor hasta seis meses. Las mejores formas de almacenar y conservar el cilantro