¿Buscas una nueva visión del calabacín que no implique hacer zoodles? Estas hamburguesas de quinoa de calabacín, que recuerdan a las latkes, pero sin patatas, son la receta familiar perfecta. Sírvelas como acompañamiento, empácalas en la escuela y en los almuerzos de los campamentos para una comida sana y casera, o dobla el tamaño de las hamburguesas para usarlas como hamburguesas vegetarianas. Incluir las sobras de quinoa cocida añade un impulso nutricional, a la vez que da un guiño consciente para maximizar el presupuesto de comestibles y utilizar cada bocado de comida. Al igual que en la elaboración de latkes, es crucial eliminar el exceso de líquido de los calabacines, ya que son naturalmente ricos en agua. Después de triturar el calabacín en un rallador, envuélvelo en un paño de cocina para escurrir tanta agua como sea posible. Esto ayuda a asegurar que las hamburguesas se mantengan juntas al cocinarlas. Una vez que el calabacín está preparado, las hamburguesas se juntan rápida y fácilmente. Puedes hacer la mezcla por adelantado, hasta 2 horas antes de que planees cocinarlas, y mantenerlas, cubiertas, en la nevera. El queso parmesano añade sabor, mientras que también actúa como aglutinante, junto con los huevos, y las migas de pan Panko (también puedes usar migas de pan normales). Hay algunas escamas de pimienta roja para darle un toque sutil a cada mordisco. Es un hermoso contraste cuando se come con la salsa cremosa de eneldo, pero no dude en omitir la especia para paladares más sensibles, o para hacerlos para las papilas gustativas más jóvenes.