Los tagines marroquíes, que combinan carne y verduras, son maravillosos platos únicos para ofrecer en las cenas familiares o para recibir invitados. Pueden cocinarse a fuego lento en el horno, o prepararse en el interior y luego cocinarse al aire libre sobre carbón para cenar en el patio o en excursiones a la playa y picnics. Los tagines de estilo bereber, como éste, se distinguen no sólo por el condimento, sino también por la presentación de los ingredientes. Las verduras se colocan cuidadosamente en forma cónica alrededor de la carne de vaca o de cordero, ocultando totalmente la carne de forma artística y apetitosa. Aunque muchas de las recetas de tagine de este sitio incluyen indicaciones para preparaciones alternativas en una olla o una olla a presión, ésta se cocina mejor lentamente en el recipiente tradicional de arcilla o cerámica del que toma su nombre. El condimento que se indica a continuación es ideal cuando se utilizan patatas como ingrediente dominante, pero se añaden otras verduras para darle color y sabor complementario. Aquí recomiendo zanahorias y calabacines, pero cualquiera de ellos o ambos pueden sustituirse por guisantes frescos, judías verdes, tomates en rodajas, nabos u otras verduras que tenga a mano. El limón en conserva y las aceitunas son adiciones clásicas y añaden un sabor distintivo y algo de sal, pero pueden omitirse si no los tiene a mano. Ajuste la sal en consecuencia. Si se utiliza pollo en lugar de carne roja, consulte los consejos siguientes. El tagine sirve tanto de recipiente para cocinar como de plato para servir; los comensales se reúnen alrededor y comen de su propio lado del tagine utilizando pan marroquí (khobz) en lugar de un utensilio.