Trufas de manzana y dátiles
El charoset es un alimento tradicional de Pascua que suele ser una pasta hecha con varias frutas y frutos secos. Simboliza la textura del mortero, que los israelitas utilizaban cuando eran esclavos en el antiguo Egipto. Durante la Pascua, el charoset es uno de los alimentos simbólicos que se sirven. Tras recitar las bendiciones y comer el matzoh, se come tanto el charoset dulce como el maror amargo (hierbas amargas) para simbolizar lo dulce y lo amargo de la historia de la fiesta. El charoset también se come como tentempié, untado en el matzoh. La receta del charoset varía según se trate de asquenazíes (judíos de ascendencia europea oriental) o sefardíes (judíos de ascendencia peninsular). El charoset asquenazí se elabora con manzanas y nueces picadas que se condimentan con canela y vino tinto. De hecho, los asquenazíes no reconocen como verdadero charoset ninguna mezcla que no contenga manzanas. El charoset sefardí suele ser una pasta hecha con dátiles, higos y pasas, pero sin manzanas. Los judíos griegos y turcos, sin embargo, suelen utilizar dátiles, manzanas y otros frutos secos. Esta receta toma lo mejor de ambos e incluye manzanas, nueces y pistachos para la textura, junto con dátiles para la suavidad y el dulzor. La mezcla se forma en bolas de trufa y se reboza en azúcar de canela. Porque, al fin y al cabo, el charoset debe ser dulce y delicioso.