
Risotto de bogavante: una buena comida para el segundo día
Resúmen.
Tiempo de preparación:
- Total: 40 minutos
- Preparación: 10 minutos
- Cocinado: 30 minutos
- Raciones: 4 a 6 Raciones
Acerca de esta receta:
El risotto de bogavante es una forma excelente de utilizar la carne de los cuerpos de los bogavantes, además de los caparazones. Es un plato estupendo para el segundo día, después de haberte dado un festín con las colas y las pinzas, aunque este risotto se hace tradicionalmente en Cerdeña con bogavantes, que no tienen pinzas. Prepara el caldo de langosta con antelación o utiliza caldo de pollo o agua. Asegúrate de que utilizas arroz de grano corto -el de grano largo no funciona tan bien- y asegúrate de que tienes azafrán a mano; es lo que realmente hace el plato.
Ingredientes:
1/2 libra de carne de langosta 2 tazas de Arborio, carnaroli u otro arroz de grano corto 4 cucharadas de aceite de oliva 2 chalotas (picadas finamente) 2 dientes de ajo (picados finamente) 1 cucharada de perejil (picado) Una pizca grande de azafrán 1/4 de taza de vino blanco (el Vermentino es ideal) 1 cuarto de galón de caldo de langosta (o de pescado o pollo) Sal
Instrucciones paso a paso para esta Risotto de bogavante: una buena comida para el segundo día
Picar la mitad de la carne de langosta. Machaque el azafrán en el vino blanco y remuévalo bien. En una olla pesada de tamaño medio, calentar el aceite de oliva a fuego medio-alto y saltear las chalotas durante 2 o 3 minutos. No deje que se coloreen. Añadir el ajo y el arroz y remover bien durante un minuto. Añade la carne de langosta picada, 1/4 de cucharadita de sal y la mezcla de vino blanco y azafrán y remueve. Llevar a ebullición. Deje que el vino se reduzca, revolviendo con frecuencia, más o menos cada 90 segundos. Poner el fuego a medio y empezar a añadir el caldo de langosta, aproximadamente 1/2 taza cada vez, removiendo con frecuencia. Cocine hasta que el arroz esté hecho, pero todavía un poco al dente. No quieres un arroz blando. Añade el resto de la carne de bogavante y el perejil, y comprueba si necesita más sal. Añade un poco si es necesario. Sirve enseguida con vino blanco.
Consejo de la receta. Si se sirve con vino blanco, el complemento perfecto sería un Vermentino sardo o un grillo siciliano, pero un chardonnay sin crianza, una mezcla de Cotes-du-Rhone blanco o un riesling sin crianza también estarían bien. Un Albarino español también sería un buen maridaje con el risotto de langosta.